Frenos de tambor. Sistema cerrado.

Agua, sal, polvo, suciedad y barro...

no pueden dañar los frenos de tambor. Esto se debe especialmente a su diseño. El alojamiento cerrado mantiene a raya la suciedad, la arena, las piedras y el barro. Además, los frenos de zapata están bien protegidos de los efectos corrosivos del agua, la sal y el polvo dentro del sistema cerrado. Los frenos de tambor son una elección especialmente adecuada para las aplicaciones de trabajos pesados, como vías sin pavimento y condiciones ambientales extremas. ¡Son robustos y fiables!

Frenos de tipo S-cam – giratorios y reforzados

Potencia con forma de S. Los frenos de tambor de tipo S-cam funcionan de la manera siguiente: la fuerza transmitida por el cilindro de freno neumático hace que el eje de levas del freno gire a través del regulador de tensión. El eje de tipo S-cam extiende las zapatas de freno internas y la fuerza de las pastillas se aplica a la superficie interior del tambor de freno. Los frenos de tambor y los reguladores de tensión de Knorr-Bremse se utilizan en diversas aplicaciones en los ejes de los vehículos industriales, por ejemplo, frenos de servicio y frenos de estacionamiento.

Reguladores de presión automáticos – menos desgaste

Una ventaja importante de los frenos de tambor con reguladores de presión automáticos consiste en que compensan automáticamente el desgaste de los frenos en las zapatas y el tambor al garantizar una cantidad constante de juego entre ellos. Esto es lo que hace robustos a los frenos de tambor. Es más difícil intercambiar las pastillas de freno, pero los intervalos de mantenimiento más prolongados compensan este inconveniente.